Por Gabriela Ortiz Uriarte
Puntualmente, el pasado 25 de octubre de 2005 en la biblioteca del Colegio La Milagrosa, recibimos al escritor Hugo Ríos. Sin preámbulos comenzamos la entrevista.
Para Hugo la pasión por la literatura viene desde pequeño, ya que nos explica que, desde niño, le gustó leer sobre dinosaurios, planetas, entre otras. Pero no fue hasta el mil novecientos noventa y cinco que tomó en serio la escritura. Nos expresa, que cualquier persona puede escribir, pero no con el mismo éxito. Comenta que la escritura, más que un don es tener sensibilidad, ya que según él “pensar está lleno de dolor”. Hugo nos deja saber que escribe sus cuentos rápidamente, en cualquier momento que le llegue la inspiración. Para él la poesía tarda más, ya que es más seria y lleva muchísima organización y disciplina. Señaló que sí ha escrito en inglés, pero que no va a publicar. Para Ríos en Puerto Rico “la cultura se está extinguiendo, no hay un mercado grande, malas editoriales y los escritores de aquí siempre hablan de lo mismo.”
Comentó que, desde niño, le han interesado los temas relacionados con la muerte. Hugo nos explica que le teme, porque es un tema que para él no está claro, no sabe si existe algo más después de la muerte. Le fascinan este tipo de temas y lo demostró cuando nos dijo “Estoy obsesionado con la muerte”. Además, se mostró interesado por la dualidad de la vida. La identidad del ser humano, quiénes somos. Para Ríos nada es casualidad, todo está en un diseño de un ser superior. “Hay cosas buenas y malas que se complementan”, según el autor. Esto nos dio pie para indagar sobre su relación con Dios. Para él, el ateismo no es algo bueno, porque todo el mundo necesita “una malla de seguridad y la ayuda de un ser superior”. Lo que sí explica es que busca un Dios más personal.
Otro tema que juega un rol importante en su vida y en su escritura es su familia. Mucho de lo que escribe es inspirado en ella. De forma jocosa nos comenta, que su esposa es la editora de su libro; “la que le puso los cuatrocientos acentos que le faltaban”. Nos explicó que el tema de su libro, Marcos sin retratos, lo escogió antes de escribirlo. Para él el tema juega un doble sentido, refleja un vacío.
También nos confiesa que su escritor favorito es Borges, dice de manera graciosa “es mi hado madrino”. Le gusta, porque escribe de una manera fría, al igual que él tiene un toque gótico. Cuando le preguntamos si le gustaba el silencio, en un suspiro dijo que le fascinaba y que en Puerto Rico se está extinguiendo, “va a haber que exportarlo”.
Hugo es una persona de pocas amistades. Es exigente y le gustan las personas que piensen. Sus amigos no influyen en su escritura. Nos deja saber que es de naturaleza ermitaño, no le gusta salir mucho. “Salgo si es algo interesante, para aburrirme mejor lo hago en mi casa”, dice. Piensa que los jóvenes tienen muchos problemas, “les hace falta un foco, están descarrilados”, “me confunden”, comentó. Sin embargo le gusta trabajar con ellos.
Después de una larga charla indagamos más en su vida cotidiana y le preguntamos sobre sus pasatiempos y música favorita. Nos contestó, que entre sus pasatiempos el mas que le gustaba era el cine. Le encantan las películas extranjeras, principalmente siniestras, de tragedia y drama. En cuanto a la música nos habló sobre el punk, jazz, música clásica e instrumental.
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